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martes, 12 de mayo de 2020

Los primeros Discípulos.

Pasaje: Juan 1:35-42.
Título: Los primeros Discípulos.

https://vidadejesucristodevocional.blogspot.com/2020/05/los-primeros-discipulos.html
¿Qué hacer cuando parece que todo esta perdido? ¿Qué hacer cuando sientes que perdiste las mejores oportunidades de tu vida? ¿Qué hacer cuando por un error que has cometido ahora nadie te toma en cuenta, ni creen en ti, ni reconocen tu potencial? La respuesta a estas preguntas la encontraras en medio de la lectura de hoy, a través de la vida de Jesús donde aprenderemos  dos grandes enseñanzas, que sin duda, representaran un nuevo comienzo para tu vida, veamos:


Jesús, ya había sido bautizado en el Jordán, luego, fue llevado por el Espíritu Santo al desierto, donde ayuno 40 días,  y allí Jesús fue tentado por Satanás, después de vencer la tentación, Jesús vino otra vez a Juan cerca de Betábara, al otro lado del Jordán donde Juan estaba bautizando.

Juan el bautista, vio a Jesús que venía a él y dio testimonio de Jesús declarando que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, que Dios le dio una señal: Sobre quien viniera el Espíritu Santo y que permaneciere sobre él, este sería el que bautiza con el Espíritu Santo.  Juan finalmente vio esta señal cumplida en Jesús por lo que dio testimonio de que Jesús es el hijo de Dios.

“El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.  Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.



Un discípulo es una persona que recibe o que aprende una enseñanza de un maestro a la cual se entrega. El Discípulo es un seguidor de las enseñanzas de su maestro y de su ejemplo. Juan tenía muchos discípulos, que seguían sus enseñanzas, cuando Juan vio a Jesús dijo que él es el Cordero de Dios, y dos de los discípulos de Juan, al escuchar a su maestro, decidieron empezar a seguir a Jesús, es decir, creyeron en Jesús y decidieron seguirle para ser sus discípulos.

En los tiempos de Jesús, el niño podría educarse en la sinagoga, desde los 5 años hasta los 12 años de edad. Durante ese tiempo, la persona,  aprendía la ley, es decir la palabra de Dios, historia, geografía, matemáticas, entre otros. A los 12 años de edad, la persona culminaba sus estudios primarios. Y era considerado hijo de la ley, es decir, era responsable de sus acciones ante la ley, y debía obedecerla.

Después, de los 12 años, al finalizar sus estudios primarios el joven tenía dos opciones:


  1. Comenzar a aprender un oficio para trabajar. Era común, que el joven, aprendieran el oficio de sus padres, por lo que si su padre era pescador, el hijo aprendía el mismo oficio para trabajar y sustentarse económicamente.
  2. Continuar,  educándose para llegar a ser maestro de la ley. Esto, representaba una educación superior y avanzada, a la cual solo tenían acceso, los jóvenes más destacados, aquellos que demostraban un nivel superior de conocimientos con relación a los demás jóvenes, con el fin de llegar a ser escribas, o doctores de la ley. Un maestro de la ley debía reconocer las  habilidades y potencial  del joven y aceptarlo como su discípulo. Si no era aceptado, por un maestro el joven no podía seguir su formación, y debía ir a ejercer un oficio.

Un maestro era aquel que había demostrado un conocimiento profundo de la palabra de Dios,  quien a la vez tenía seguidores que seguían sus enseñanzas. Juan el Bautista era el maestro de estos dos discípulos. Por otro lado, ellos sabían que Jesús era un maestro por el testimonio de Juan el bautista, así que ellos decidieron seguirlo para ser sus discípulos.

No podemos deducir por el momento, que Juan el bautista fuera certificado formalmente como un escriba o doctor de la ley, pero, lo que si podemos afirmar era que Juan el bautista era un maestro, debido al conocimiento de Dios que había recibido a través del Espíritu Santo, y que su mensaje y predicación era reconocido por el pueblo. Y estos dos discípulos de Juan disidieron seguir a Jesús.

Aquellos, que no eran muy destacados, que no demostraban tener un nivel  superior de conocimientos con relación a los demás jóvenes, perdían toda oportunidad, o esperanza de aspirar a crecer socio-económicamente. Para aquellos que no cumplían con las expectativa de un maestro, todo estaba perdido, no les quedaba mas opciones que pertenecer a lo que se consideraba la clase social baja, a la que pertenecían: Los pescadores, los campesinos, los jornaleros, los esclavos, entre otros. 

El liderazgo de Juan el bautista era muy popular, pero, a la vez, era informal, quienes fueran sus seguidores, probablemente no calificarían, para ocupar un cargo importante.  Estos dos discípulos de Juan el bautista, eran seguidores a tiempo parcial de sus enseñanzas, sin embargo, realmente, ellos pertenecían a la clase social baja, en visto de que eran pescadores. Lo que nos indica, que sin importar, que también, les haya ido en la pesca, seguían perteneciendo a la clase social baja. También, esto nos deja saber, que como jóvenes estudiantes, no calificaron para ser reconocidos por un maestro de la ley, de modo que sus oportunidades de crecer socio-económicamente se habían esfumado.


¿Te ha pasado que no cumples con las expectativas de una persona o institución reconocida? ¿Has perdido la oportunidad de hacer realidad tus sueños? ¿Has cometido un error que te haya sepultado en relación con los demás? ¿Has sentido que todas tus oportunidades de crecimiento y superación se han esfumado? Piensa en todo, esto, ya que esta era la realidad de estos dos jóvenes. Pero, veamos, que podemos aprender de ellos y que sucedió después:

Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Les dijo: Venid y ved.

Rabí significa maestro, era un título de respeto, que los judíos dan a sus jefes espirituales, por lo tanto, estos dos discípulos al decirle Rabí, a Jesús estaban reconociéndolo como su Maestro.  Ahora, bien, Jesús como maestro debía aceptarlos, para que pudieran llegar a ser sus discípulos, por ello, antes de que ellos dijeran algo, cuando Jesús los vio, lo primero que dijo fue “¿Qué buscáis?”  

Jesús, les estaba haciendo una auto-evaluación para dar conocer las motivaciones que ellos tenían para seguirlo, y ellos le respondieron, Rabí, que a la vez representaba su intención de ser recibidos por Jesús como sus discípulos.  Luego preguntaron: ¿Dónde moras? Esta pregunta no era solo para saber dónde residía Jesús. Estaban pidiendo cortés-mente una entrevista privada y amplia con Él. La pregunta también señalaba su voluntad de convertirse en sus discípulos. Jesús Les dijo: Venid y ved.
Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
En una ocasión Jesús, relató que el mismo, no tenia donde recostar su cabeza, haciendo referencia a que el no vino a ofrecer riquezas y poder a sus seguidores. A estos dos jóvenes, Jesús los acepta como sus seguidores, cuando les dice: Venid y ved. Y ellos fueron y vieron donde moraba, no era un lugar lleno de lujos, ni extravagancias, debió ser un lugar sencillo y humilde, sin embargo, ellos decidieron quedarse. ¿Por que deciden quedarse con Jesús? 

Porque en Jesús encontraron la oportunidad, de un nuevo comienzo, al compartir  con Jesús, encontraron esperanzas, un sentido y propósito de vida. Cuando todo estaba perdido, cuando no habían sido reconocidos por los maestros de la ley. Jesús los reconoció, les dio valor a sus vidas. Y hoy tu también, puedes encontrar lo mismo, si decides seguir a Jesús, hoy Él te invita y te dice: ¿Que buscas? Ven y ved. Sígueme y mora conmigo. 

Quizás, esto te suene muy fantasioso y utópico. Pero, si no me crees quiero que conozcas la historia de un amigo quien es también mi mentor, y es como un padre para mi, quiero que conozcas  la historia de JOSE GILBERTO LOZANO RANGEL, y su encuentro con Jesús en el siguiente vídeo:


Esta ha sido la primera enseñanza, si sientes que todo esta perdido, solo sigue a Jesús. Ahora, quiero compartirte una segunda enseñanza, veamos que mas nos cuenta el pasaje:



Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.  Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas  (que quiere decir, Pedro)”. (Juan 1:35-42).

Jesús acepto a estos dos jóvenes como sus discípulos cuando les dijo: Venid y ved. Uno de  estos dos discípulos era Andrés, el otro discípulo, se entiende que era Juan, el discípulo amado, quien es también el autor del evangelio de Juan. Por lo que Andrés y Juan, fueron los primeros dos discípulos de Jesús. Luego, Andrés fue a buscar a su hermano Simón, y le dijo que habían hallado al Cristo, y lo trajo a Jesús. Y Jesús mirándole le dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas  (que quiere decir, Pedro).


Un verdadero Discípulo de Jesús hace lo que hizo Andrés, compartir con otros: ¿Quién es Jesús? Encontrarse con Jesús era lo mejor que le había pasado a Andrés en su vida. Jesús, era tan bueno, que Andrés comprendió que él debía compartir esa maravilla con otros, especialmente con las personas más allegadas como lo hizo con su hermano Simón. Es el amor, lo que nos motiva y nos impulsa a compartir con otros a Jesús, para quien ha tenido un verdadero encuentro con Jesús compartir de él es algo a lo que no se puede resistir el discípulo verdadero.

Me gustaría compartir contigo, otro testimonio de José Gilberto, porque su historia no termina con su encuentro con Jesús, realmente, solo fue el comienzo de una gran aventura, que continua hasta el día de hoy, Pero, en este momento me gustaría que viera como su encuentro con Jesús afecto su relación con su familia,  y como Jesús le ayudo a levantarse, y seguir adelante, hasta superar sus pruebas y situaciones difíciles:



El Testimonio de José Gilberto, su transformación, su fe responsable, su constancia, perseverancia y disciplina, su obediencia y su integridad hablaron a sus Padres de que el había encontrado a Jesucristo, el Mesías, el Salvador del mundo. 

¿Y tú? ¿Con quién estas compartiendo acerca de Jesús? ¿Estas enseñándole a los que Dios ha puesto a tu cuidado el comprender quien es Jesús?

Por ultimo Juan el Bautista, no tuvo ningún reparo en dejar ir a sus dos discípulos tras Jesús, pues el entendía que los discípulos  les pertenecían realmente a Jesús.

Esto nos enseña acerca de Jesús:
  •          Que Jesús es el Cordero de Dios.
  •          Que Jesús es el Maestro.
  •          Que Jesús es el Mesías, El Cristo.

Para reflexionar y meditar:
·         ¿Entiendes que significa que Jesús es el Mesías, el Cristo? Si es así, por favor déjanos saber tu respuesta  a esta pregunta en los comentarios.
·         ¿Eres un discípulo de Jesús? ¿estas siguiendo las enseñanzas de Jesús? ¿Te estas esforzando en obedecer las enseñanzas de Jesús y seguir su ejemplo? ¿Estas siendo discipulado por un hermano maduro en la fe?  Si tu respuesta a alguna de estas preguntas fue no, ¿Qué esperas para empezar?
·         ¿Estas compartiendo con otros acerca de Jesús? Si tu respuesta es no, ¿Qué esperas para hacerlo?

domingo, 3 de mayo de 2020

El Cordero de Dios


Pasaje: Juan 1:29-34.
Título: El Cordero de Dios.

¿Comprendes la profundidad de lo que Jesús ha hecho por ti? ¿Entiendes el significado de que Jesús es el cordero de Dios? En este estudio, tendrás una visión más amplia acerca de lo que hizo Jesús por ti, y lo descubriremos a través del testimonio de Juan el bautista.

Juan el Bautista había estado dando testimonio en Betábara, al otro lado del Jordán, donde estaba bautizando. Jesús ya había sido bautizado hace unos 40 días, y  en ese momento, probablemente, Jesús se encontraba siendo tentado en el desierto por Satanás.

Un día después del testimonio de Juan en Betábara,  Juan, vio a Jesús quien venía a él, y dijo:

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.  Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; más para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua”. (Juan 1:29b-31).

Ahora bien, ¿Qué significa que Jesús es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo? para comprender  lo que esto significa, debemos abordar esta pregunta desde la segunda parte, y entender ¿Como se quita el pecado del mundo? para ello, veamos primero definiremos que es el pecado y cual es la condición en la que pone el pecado a las personas del mundo:

¿Que es el pecado?
El pecado es una actitud de rechazo o indiferencia hacia la voluntad de Dios, que se expresa a través de lo malo que hacemos o de lo bueno que dejamos de hacer. Todos los seres humanos nacen, con esta actitud de rechazo hacia Dios, esta en nuestra naturaleza, ¿Por que? porque el pecado entro al mundo a través del primer hombre, el cual se llamo Adán, y desde entonces, todos sus descendientes heredan esta actitud de rechazo hacia Dios. Es esta actitud de rechazo hacia Dios, lo que nos inclina a cometer "pecados" y ¿Que son los pecados? es todo aquello que hacemos o dejamos de hacer contrarios a la voluntad de Dios. 
(Stg. 4:7 | 1 Jn. 3:4).

¿Por que el pecado es un problema? 

  • El pecado es un problema porque nos separa de Dios. (Ro. 3:23).
  • El pecado es un problema porque una vez separado de Dios nos impide acércanos a El. (Is. 1:14 y 59:2).
  • El pecado es  un problema porque nos crea conflictos con nosotros mismos. (Ro. 7:15,18-19).
  • El pecado es un problema porque nos crea conflictos con otras personas. (Stg. 4:1).

Por si fuera poco todos estos problemas que tenemos los seres humanos por causa del pecado, te sorprenderá la condición en la que se encuentran todas las personas por causa del pecado.

¿En que condición me pone el pecado?

  • El pecado nos pone en tiniebla u oscuridad. (Jn. 8:12).
  • El pecado nos pone en esclavitud.  (Jn. 8:31-34).
  • El pecado nos pone bajo condenación. (Jn. 3:18).


Así, que si todos los seres humanos, nacemos con el problema de pecado, con esta mala actitud, y por si fuera poco esta mala actitud nos lleva a vivir en oscuridad, llenos de miedo e inseguridad, nos hace esclavo del mismo pecado, llevándonos a un circulo vicioso de un mal que nos degenera, y esclavos de satanás, por cuanto al pecar le obedecemos a el, perdiendo así, nuestra libertad, y por ultimo nos pone en condenación, donde la sentencia por el pecado es la muerte. (Ro. 6:23). 

Donde, la muerte no es solo la separación entre nuestra alma de nuestro cuerpo, que es la muerte física sino, también sufrimos la muerte espiritual que es la separación entre nosotros y Dios, sin poder acercarnos a Él.Entonces, ¿Como se pueden solucionar las cosas?¿Como ser libre de la condenación? ¿Como se puede quitar el pecado de nosotros?

 "Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión" (Heb. 9:22) Esto, significa que si el pecado nos condena a la muerte, si queremos ser libre de la condenación, la única forma es que alguien tiene que morir y derramar su sangre en nuestro lugar.

 Es por ello que antiguamente, estaba establecido que se sacrificara un cordero, para que el animal recibiera la condenación de la muerte en lugar del pecador, estos animales eran inocentes y sin culpa, precisamente, para cubrir la culpa del pecador. Tampoco, podían tener defectos físicos y de ninguna clase. Ahora bien, esto era solo una solución temporal, debido a que como las personas pecaban muchas veces, debían realizarse muchos sacrificios. La idea, era que el pecador fuera consciente, de que la consecuencia del pecado es la muerte. Y que un ser inocente estaba recibiendo la condenación. 

Sin embargo, las personas olvidaban el significado del sacrificio y reincidían en sus pecados, cada vez que pecaban, un cordero debía morir por sus pecados, y al final, no estaba ocurriendo ningún cambio en el corazón y la mente de las personas.

Jesús reunía todas las condiciones para ser el sacrificio perfecto, y definitivo, para quitar el pecado del mundo.   Jesús es una Persona, que vino como un Cordero, a tomar nuestro lugar, y se sacrificó como un cordero para que nuestros pecados fuesen perdonados, nuestro corazón fuese limpiado,  no solo tomo nuestro lugar sino, que también intercambio su posición de Hijo de Dios, Santo, puro, perfecto  y sin mancha alguna, para que nosotros fuésemos como el Hijo de Dios, y el cargó con todos nuestros pecados.
A través de su muerte en la cruz, Jesús nos salvó, tomando el lugar que nos correspondía a nosotros en la Cruz, pagando el por nosotros todas nuestras deudas que eran condenación.

Había una gran diferencia entre el sacrificio tradicional de un cordero, y el sacrificio de Jesús. Y era que más allá de que el Sacrificio de Jesús era perfecto. Es que Jesús mismo, valía mucho más que el mundo entero, todas las cosas por el fueron hechas y sin él no nada de lo que ha sido fue hecho. El mismo mundo por él fue hecho, y la obra jamás es más importante  que su hacedor. Por esta razón, el sacrificio de Jesús es invaluable, es eterno, no hay pecado que no pueda ser perdonado. Porque Jesús mismo vale más que todo lo que existe. Por esto ya no es necesario más sacrificio.

Gracias al sacrificio de Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ahora podemos estar cerca de Dios, disfrutar de una relación con Dios, de su amor,  ser perdonados y limpiados de toda maldad, ser libres para amar, a Dios, a los demás y a nosotros mismos. Estar seguros, sin miedo, en luz, libres del pecado, y del dominio de satanás, y con una conciencia limpia, con una oportunidad de una vida nueva en Cristo.


“También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” (Juan 1:32-34)

¡Wao! Que maravillo, Juan testifico que Jesús era el Hijo de Dios, que Dios mismo le dijo que Jesús es que bautiza con el Espíritu Santo, y que la señal, que Dios le había dado para confirmar la identidad de Jesús, era que el Espíritu Santo iba a descender sobre él, y que permanecería sobre él, y Juan, dio testimonio, porque vio al Espíritu Santo que descendía del cielo como Paloma, y permaneció sobre él, después que Juan le bautizo en el desierto.

Esto nos enseña acerca de Jesús:
  • Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
  • Jesús es el que bautiza con el Espíritu Santo.
  • Jesús es el Hijo de Dios.

Para reflexionar y meditar:
  •    ¿Has reconocido a Jesús como el Hijo de Dios el salvador del mundo? ¿Has depositado en el tu confianza? ¿Le has entregado tu vida a él?
  •     ¿Entiendes que Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo? Si quieres que tu pecado sea quitado ¿Entiendes que es necesario que le entregues tu vida?
  •    ¿Estas compartiendo con otras personas lo que Dios a hecho en tu vida? ¿Le estas explicando a tus amigos que Jesús es el Hijo de Dios, que quita el pecado a quienes lo reciben?