Título: Visita de los magos.
Jesús había nacido en un pesebre en Belén, la misma noche que
nació, unos pastores fueron a visitarles, luego, después de cuarenta días, José
y María viajaron con el niño Jesús a Jerusalén para presentarlo en el templo.
La distancia entre Jerusalén y Belén es de aproximadamente 8.9 kilómetros que
equivale a casi dos horas de camino.
Tal parece, que después que el niño fue presentado en el templo en
Jerusalén, sus padres regresaron a Belén, tal vez para vivir, en Belén, ya que José
era de Belén, y había una profecía que decía que de Belén saldría un guiador,
que apacentaría al pueblo de Israel, es posible que los padres de Jesús
pensaran que debían criar el niño en Belén.
O tal vez solo para esperar a que María y él bebe, estuvieran listos
para viajar a Nazaret, ya que Nazaret, ya que había un largo viaje entre
Jerusalén y Nazaret, que podría haberle tomado 5 días de camino con Jesús con
unos cuarenta días de nacido. Sea cual sea la razón, lo cierto es que después
de presentar al niño Jesús en Jerusalén, permanecieron un tiempo en Belén.
Jesús nació en los días en
que Herodes el grande era Rey de Judea, Herodes era hijo de idumeos, no era un
verdadero judío, ni por parte de padre, ni de madre, pero como los idumeos
habían sido dominados por Juan Ircano, se les impuso a los idumeos el judaísmo
y la circuncisión y de esta manera Herodes quedó oficialmente como Judío. Pero,
Herodes, no era descendiente de David, era un usurpador del trono de David.
En los días que nació Jesús,
cuando Herodes el grande aún era Rey de Judea vinieron del oriente a Jerusalén
unos magos. Diciendo: ¿Dónde está el rey
de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y
venimos a adorarle.
Los magos que visitaron a
Jesús eran unos sabios orientales, que
estudiaban el cielo y las estrellas, no sabemos que metodología utilizaron, lo
cierto es que observaron el nacimiento de una estrella especial que los guiaba
al Rey de los Judíos, a Jesús. Y estaban buscando a Jesús para adorarle.
No solo Ana la profetiza,
hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén, sino que
ahora también estos magos del oriente, afirmaban el nacimiento del rey
prometido por Dios.
Estas palabras fueron tan
preocupantes para Herodes, que convocó a todos los principales sacerdotes, y a los
escribas del pueblo, para preguntarle donde había de nacer el Cristo.
Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito
por el profeta: Y tú, Belén, de la
tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de
ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
Entonces Herodes, llamando
en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la
aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le
halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Esto era
para saber cuánto llevaba Jesús de nacido. Sabemos, que era más de cuarenta
días, porque Jesús ya había sido presentado en el templo de Jerusalén, y ya
había regresado a Belén, y calculando el tiempo que les tomaba a los magos
viajar del oriente a Jerusalén, la distancia era enorme, por lo que ya había
pasado varios días, del nacimiento de Jesús, cuando los magos llegaron a
Jerusalén.
Y al entrar en la casa,
vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus
tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Que impresionante, Dios guio
a los magos hasta Jesús, observemos que Jesús ya no estaba en el pesebre, sino,
que ya estaba en una casa. Que impactante, los magos vinieron a no solo
reconocer que Jesús era el Rey de los judíos, sino que lo reconocieron como
Dios, imagínate la escena, de los sabios magos del oriente, postrándose ante
Jesús y adorándole cuando Jesús era tan solo un bebe.
Además, de esto, ellos abrieron
sus tesoros y le ofrecieron presentes como Rey y como Dios. Le
ofrecieron oro, incienso y Mirra. El oro, siempre ha representado a la
realeza, el incienso, el incienso representaba la consagración, y la mirra, era
una sustancia aromática, que entraba en la composición del aceite para la
unción. Todo esto para reconocer que
Jesús era un rey legitimo digno de todo reconocimiento.
También todo, esto habla
acerca del cuidado de Dios Padre, de Jesús, quien proveyó con estos presentes
para el mantenimiento y cuidado de su Hijo Jesús. Estos, presenten valían mucho
dinero, y con ello la Jesús y su familia se sostuvo por mucho tiempo.
Las intenciones de Herodes
eran malas para con Jesús, por esto fueron avisados por revelación en sueños
que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Esto
nos enseña acerca de Jesús:
·
Que Jesús es el Salvador. El merece que
confiemos en él.
·
Que Jesús es Rey. El merece toda obediencia.
·
Que Jesús es Dios. El merece adoración.
·
Que Jesús es el hijo de Dios.
·
Que Dios no fue un Padre ausente, estuvo con
Jesús desde antes de nacer, durante el embarazo, durante su nacimiento, y durante su niñez. Dios fue un padre
cuidadoso y presente para Jesús aun como hombre.
Para
reflexionar y meditar:
·
La Adoración debe ser un estilo de vida.
Pero, hay momentos especiales en el que debemos también, concentramos solo en
Dios en adorarle y alabarle. ¿Cuánto tiempo dedicas para alabar y adorar a
Dios? ¿Entiendes lo que significa postrarse delante de Dios?
·
¿Qué piensas del cuidado y el amor de Dios
como Padre celestial?
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