Pasaje: Juan
2:23-25
Título: Jesús conoce a todos los hombres.
Título: Jesús conoce a todos los hombres.
¿Qué tanto te conoce Dios?
¿Cómo sabes si lo que hay en tu corazón es real? Hoy descubrirás a través de
este estudio que Dios te conoce más de lo que puedes imaginar.
Había llegado la primera pascua
en el primer año de ministerio de Jesús. Pocos días antes de la pascua, Jesús
había purificado el templo de la corrupción que se había estado practicando. Todos
sabían que lo que se estaba haciendo estaba mal, pero, nadie se atrevía
denunciar la corrupción y hacer algo para cambiar lo incorrecto, solo Jesús se atrevió
hacerlo.
Posiblemente, mucha gente sabía
que lo que se había estado practicando en el templo estaba mal, pero, nadie se
sentía con la autoridad moral o espiritual para hacer algo al respecto. Jesús sí
se atrevió porque él era el Hijo de Dios, y no había quién pudiera acusar su
conciencia moral y espiritual.
Estando
en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos
creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
(Juan 2:23).
Este pasaje aunque es muy
breve, no termina allí, y la segunda parte nos revela una verdad que a todos
nos dejará perplejos:
Pero Jesús mismo no se fiaba
de ellos,
porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio
del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
(Juan 2:23).
Espera un momento, ¿Cómo es que
Jesús no se fiaba de ellos si ellos habían creído en su nombre? ¿No les parece
contradictorio? Veamos porque Jesús no se fiaba de ellos y qué nos enseña Jesús acerca de lo que en
verdad significa CREER:
Entre los judíos había muchos
que se encontraban admirados por su valor, su valentía y su integridad. Pero, eso no significa que habían tomado la decisión
de depositar su confianza en él para
seguirle como su Señor y Salvador.
Por muy duro que suene esto
para ti, debo decirte que hoy en día mucha gente vive engañada, perdida y sin
salvación. Hay muchas personas que creen que son salvas y no lo son, hay
muchas personas que piensan que creen en Dios pero, realmente no creen en él.
¿Cómo es esto posible? Esto
es porque las personas en nuestro contexto suelen tener una falsa fe cultural o
heredada de nuestros padres. Pero, realmente la fe es algo personal, es algo
muy íntimo del corazón, la verdadera fe en el nombre de Jesús significa creer y
estar convencido en que Jesús es el Hijo de Dios, el salvador del mundo, quien
murió por nuestros pecados, y que resucito al tercer día para salvarnos y
darnos vida juntamente con él. Estar convencido de esta verdad, nos debe llevar
a tomar la decisión de depositar nuestra confianza en Dios, a tal punto de que
le entreguemos a Dios todo nuestro ser.
Tal vez, para ti sea muy
difícil responder preguntas como estas. Pero, lo mejor no termina aquí, lo
mejor es que Jesús conoce tu corazón y te conoce más que a ti mismo, tal como
nos los muestra la siguiente parte del pasaje que estamos estudiando:
Pero
Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque
conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del
hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
(Juan 2:23).
Sin que nadie se lo dijese, Jesús
sabía lo que había en el corazón del hombre y Jesús sabe lo que hay en tu
corazón, aún más; él sabe si verdaderamente tú crees en él. ¿No me lo
crees? Recuerda que Jesús es Dios mismo
hecho hombre, y Dios todo lo sabe.
Un hombre llamado Job,
hablando con Dios le dijo: “que no hay
pensamiento que se pueda esconder de ti” (Job 42:2), el profeta Jeremías también dijo: “tú, oh
Jehová me conoces; me viste, y probaste
mi corazón para contigo” (Jeremías 12:3), el Rey David escribió un salmo en
el que dijo: “Pues, aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” (Salmos 139:4) y más adelante añadió “Examíname oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay
en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (salmos 139:23-24)
Dios, conoce el corazón y el pensamiento de todos los hombres, y esto también
es una señal de que Jesús es el hijo de Dios, porque al compartir la misma
naturaleza del Padre, conoce todo lo que hay en el hombre.
También, debemos pedirle a
Dios con toda sinceridad, que examine nuestros pensamientos, convicciones y
conducta y pedirle que nos revele si en nuestro ser habita una fe genuina en
Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas. Y a la misma vez, pedirle que
nos llene de fe y confianza en él.
Para reflexionar: ¿Qué debo
hacer ahora que sé que Dios lo sabe todo de mí?
Esto
nos enseña acerca de Jesús:
- Que Jesús es el Hijo de Dios.
- Que Jesús lo sabe todo.
- Que Jesús conoce a todas las personas, lo que
hay en sus pensamientos, convicciones y conductas.
Para
reflexionar y meditar:
- ¿Creo realmente en Dios?
- ¿Qué actitudes y hábitos debo cambiar en mi
vida ahora que sé que Dios lo sabe todo de mí?
- ¿Estoy viviendo lo que se supone que creo en
mi corazón?
- ¿Te estas apropiando de las promesas de Dios
para tu vida?
- ¿Sientes autoridad moral y espiritual por la
fe en Jesús quien perdona, limpia y restaura para enseñar con autoridad la
palabra de Dios? Si no es así, este es un buen momento para que busques a Dios.
- Te recomiendo escuchar la siguiente canción y te animo a que hables con Dios, meditando en lo que hemos aprendido hoy mientras alabas.
Excelente mensaje
ResponderBorrarMuchas gracias. Cada comentario por muy corto que sea es un aporte valioso para nosotros. Abrazos.
BorrarGloria a Dios por este blog, solemos pensar que no debemos meditar en estos temas y viene un enviado por Dios, que te muestra que sí, si hay que meditar en ellos. Gloria a Dios por tu vida, ánimo en todo este caminar Juanpa
ResponderBorrarAmén, muchas gracias Licci, agradeceria mucho que me lleves en oración para poder seguir compartiendo más estudios biblicos sobre la vida de Jesús.
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