sábado, 16 de enero de 2021

Jesús y Nicodemo

 

Pasaje: Juan 3:1-15.
Título: Jesús y Nicodemo.

¿Cómo nacer de nuevo? ¿Puede realmente una persona nacer de nuevo? ¿Cómo es esto posible? Si quieres saberlo, te invito a que sigas leyendo este estudio:

https://vidadejesucristodevocional.blogspot.com/2021/01/jesus-y-nicodemo.html


Después que Jesús purificó la corrupción que se practicaba dentro del templo, y demostró con sus hechos y señales que tenia autoridad moral y espiritual para hacer lo que hizo, entonces, muchos judíos creyeron en Él; pero no como el hijo de Dios, o el salvador del mundo, o alguien en quien podían depositar la confianza de su vida, sino, como un profeta por quien sentían admiración y un aparente respeto.

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. (Juan 3:1-2).

¿Cómo nacer de nuevo?


A partir de estos versículos, se desprenden dos preguntas: ¿por qué Nicodemo vino a Jesús de noche? y ¿a qué se refería cuando dijo que sabía que Jesús había venido de Dios como maestro? para responder la primera pregunta necesitamos entender quién era Nicodemo.

Nicodemo, era un líder religioso, que formaba parte del partido de los fariseos. Este, era un grupo político-religioso en tiempos de Jesús, los cuales llegaron a ser maestros de la ley. Nicodemo, no era un líder religioso común. Él tenía un cargo de eminencia, era un principal entre los judíos, es decir, formaba parte de lo que se conoce como el Sanedrín, que era una especie de asamblea legislativa, y a la vez, un órgano con la autoridad para juzgar y administrar justicia entre lo judíos, además, representaban una fuerza policial para arrestar personas.

¿Por qué vino a Jesús de noche? Porque aunque habían personas que se sentían admiradas por lo que había hecho Jesús  en el templo, entre ellos también estaban los líderes religiosos que habían permitido la corrupción en el templo, estos eran copartidarios de Nicodemo, y obviamente, a ellos no les gusto para nada que Jesús denunciara su corrupción. Por lo que visitar a Jesús, podría considerarse para ellos una traición; ésta pudo ser una de las razones por la que Nicodemo vino a Jesús de noche, por temor y para no ser visto por los demás fariseos.

Lo que esta parte de la historia nos enseña acerca de Nicodemo, es que su necesidad de Dios fue más grande que sus miedos y temores, pues, asumió un gran riesgo al visitar a Jesús de noche.

Lo segundo que nos llama la atención de Nicodemo, son sus palabras: “sabemos que has venido de Dios como maestro”. Nicodemo, quien era un maestro y conocedor de las Escrituras, sabía que Jesús era alguien especial, él sabía que Jesús era un profeta, un maestro enviado por Dios con un llamado especial para enseñar a su pueblo. Pero Nicodemo, no sabía realmente quién era Jesús, él no sabía que Jesús era el Hijo de Dios el Salvador del mundo y por lo tanto, al no saber esto, no podía confiar su vida a Jesús.

Esto es muy interesante, porque así como Nicodemo, hoy en día, hay muchas personas sinceras que conocen las Escrituras, pero que no conocen al Creador ni tienen una relación con Él.

Hay muchas personas, que ven a Jesús como un hombre extraordinario, al que se le debe dar una especie de méritos por sus obras, alguien que se debe recordar en días festivos, rendirle honor como se le da a cualquier héroe, mártir, o pensador, tal vez con una vida llena de prácticas religiosas, como oraciones, lecturas, y buenas obras. Y a la misma vez, con una vida totalmente fuera del Reino de Dios.

Esto es muy importante entenderlo, porque así lo hizo Jesús. Además de que Jesús conocía lo que había en el corazón del hombre, Jesús puso una especial atención en las palabras de Nicodemo, y al igual como lo declaramos en este estudio, por las palabras de Nicodemo, Jesús pudo discernir que Nicodemo no sabía realmente quién era Él y que por lo tanto no podía ver el reino de Dios, que estaba frente a sus ojos. Esto le da sentido a la respuesta de Jesús:



“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (Juan 1:3).

En un lenguaje más sencillo, Jesús le estaba asegurando a Nicodemo, que no podría ver el reino de Dios, si no nacía de nuevo. Y a la misma vez, le estaba revelando a Nicodemo su propia condición “No has nacido de nuevo” “Necesitas nacer de nuevo para ver el reino de Dios” “No estás viendo el reino de Dios”.

Nicodemo, entendió claramente que Jesús lo estaba confrontando con su realidad. Estas palabras hoy en día, son también para nosotros, pero para Nicodemo, estas palabras iban directo a su mente y su corazón. Él sabía que no podía ver el reino de Dios, y no sabía cómo verlo, ni mucho menos entendía qué significaba esto de nacer de nuevo. Es por esto, que en su respuesta, hace referencia a sí mismo como viejo al internalizar las palabras de Jesús en él.

Es mi deseo, que así como Nicodemo, no pienses que estas palabras son para alguien más, son para ti que estás leyendo este estudio.

Ahora continuemos y veamos la respuesta de Nicodemo.

“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” (Juan 1:4).

Nicodemo pensaba, que Jesús se refería a un nuevo nacimiento físico, y no entendía cómo podría ser esto posible; pero Jesús se estaba refiriendo a un nuevo nacimiento espiritual. Veamos la respuesta de Jesús:

¿Cómo nacer de nuevo?


“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.  No te maravilles  de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene, ni a donde va; Así es todo aquel que es nacido del Espíritu. (Juan 1:5-8).

Después de escuchar la respuesta de Jesús, Nicodemo entendió claramente que Jesús no se refería a un nuevo nacimiento carnal, sino a uno espiritual, pero aún quedaba una gran interrogante  que aún estaba sin resolver en su corazón ¿Cómo se nace de nuevo espiritualmente? Lo vemos en la respuesta de Nicodemo:

“Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?” (Juan 3:9).

Y otra vez, Jesús lo confrontó  amorosamente con su propia realidad, haciéndole ver que su intelectualismo religioso no era suficiente para comprender como funciona el reino de los cielos, así como hoy en día, no es suficiente un conocimiento histórico o intelectual, para poder entender las cosas espirituales. Veamos la respuesta de Jesús:

Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tu maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos eso hablamos, y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿Cómo creeréis si os dijere las celestiales? (Juan 3:10-12).

Jesús no solo estaba revelando la condición espiritual de Nicodemo, sino que también estaba revelando la condición de todo Israel en ese momento que ignoraba totalmente quién era realmente Jesús. En pocas palabras, Jesús le estaba diciendo a Nicodemo, si tú que eres el maestro de Israel, y no entiendes algo tan sencillo como esto, ¿Qué será de aquellos que tienen menos conocimiento de las Escrituras que tú?

Esa es la misma condición en la que se encuentran muchas personas hoy en día, si esto pasa con muchos de lo que asisten  a la iglesia, que conocen de las Escrituras, pero no conocen a Dios ¿Qué será de aquellos que no asisten? Es importante entender, que la iglesia no te salva, pero es la que te presenta el mensaje de salvación, en todo caso es necesario el mensaje, pero se necesita algo más que saber el mensaje, es necesario creerlo para ser salvo.

Jesús le estaba revelando una de las verdades más sencillas del reino de los cielos. Pero no podían creer las palabras de Jesús; y si no podían creer cuando Jesús les hablaba de cosas terrenales ¿Cómo podrían  creer las cosas más  profundas  que eran celestiales? Y para demostrarlo, entonces Jesús comenzó a revelar una de las primeras verdades más profunda en cuanto a su identidad al comienzo de su ministerio. Aquí es cuando Jesús se identifica a sí mismo por primera vez como el Hijo del Hombre. Pongamos mucha atención a las palabras de Jesús, porque descubrirás algo muy profundo acerca de Él que posiblemente no sabías:

“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” (Juan 3:13).

Jesús está expresando que él es el Hijo del Hombre, y está revelando algo que nadie en la historia conocía hasta ese momento; que Jesús el Hijo del Hombre, es el único que ha estado en el cielo y que ha venido del cielo, y por tanto es el único que puede revelar las verdades profundas del cielo.

Pero hay algo más detrás de estas palabras, realmente Jesús está revelando que Él es el Hijo del Hombre que estaba el cielo, que descendió del cielo, y que a la vez está en el cielo. ¿Cómo puede Jesús haber descendido del cielo y a la misma vez estar en el cielo? Nosotros comprendemos que esto es posible, porque Jesús es Dios, que descendió del cielo, y que al mismo tiempo está en el cielo.

Pero, aun así nos queda una interrogante ¿Qué significa que Jesús es el Hijo del hombre que descendió del cielo y que está en el cielo? Realmente, Jesús está haciendo una referencia a una profecía acerca de sí mismo en el libro de Daniel.

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.” (Daniel 7:13).

 

Daniel estaba viendo una visión del futuro, si lees el contexto del pasaje, te darás cuenta que es una visión celestial. Antes de este texto, Daniel ve millares de millares y millones de millones de ángeles en el cielo de diferentes jerarquías que sirven a Dios. Ciertamente, lo que Daniel veía era tan sublime, tan extraordinario, tan indescriptible, que hubo un momento que se turbaron su cuerpo y su espíritu, pero lo que más le llamo la atención a Daniel de todo esto fue el Anciano de días, y el hijo de hombre.

¿Quién es el Anciano de Días? Es Dios. Y ¿Quién es el hijo de hombre? ¿Por qué le llama tanto la atención a Daniel? ¿Qué hace un ser con apariencia terrenal en el cielo? Jesús es este Hijo del Hombre, que vio Daniel en el cielo y que ahora había descendido del cielo.

Jesús no solo revela su identidad, sino, que también revela la forma en que iba a morir en el futuro y lo demuestra haciendo referencia a otra profecía acerca de sí mismo a través de una analogía donde explica que así como la serpiente fue levantada en un madero, para que los que la vieran fueran salvos, así mismo, Jesús tendría que morir colgado en un madero, para que los que pongan su confianza en Jesús puedan ser salvos.

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantando, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:14-15).

Hemos llegado al final del pasaje a estudiar, y aún no hemos revelado el misterio ¿Cómo es que se nace de nuevo? La razón por la que lo hemos dejado para el final es porque precisamente Jesús se encarga de dar la respuesta al final de este pasaje. Vamos por parte:

 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.  No te maravilles  de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; Así es todo aquel que es nacido del Espíritu. (Juan 1:5-8).

¿Qué significa nacer del agua y del Espíritu? El agua es símbolo de purificación. Esto significa, que no se puede entrar al reino de los cielos a menos que la persona haya sido purificada, pero ¿Cómo es purificada? Por el Espíritu Santo que entra y mora en él, en el momento que la persona se convierte a Dios, al creer en su corazón en Jesús  y confesarlo como Señor y Salvador de su vida.

¿En que debe creer? En el mensaje del Evangelio, que Jesús es Hijo de Dios, quien murió en la cruz por los pecados del mundo, para que todo aquel que en él crea tenga vida eterna.

¿Cómo nacer de nuevo?


Sabemos, cómo se nace de nuevo espiritualmente, y sabemos que al esto ocurrir, nace una nueva naturaleza espiritual, cuando recibe el Espíritu de Dios en su vida. No sabemos con certeza y detalle todos los procesos espirituales que ocurren en el interior del hombre, ni cómo es que Dios lo hace, pero, lo que sí sabemos es que el nuevo nacimiento es real, así como el viento; no podemos saber con certeza dónde y cómo nace, porque no lo vemos, pero sabemos que es real porque lo podemos escuchar y sentir, así mismo, es el nacimiento espiritual, un misterio que la mente humana no es capaz de entender cómo Dios lo hace, pero, lo que sí podemos estar seguros es que es real, por los resultados que produce el nuevo nacimiento en una persona, que es una vida transformada.

Esto nos enseña acerca de Jesús:

·         Que Jesús es el Hijo del Hombre.

·         Que Jesús es el Rey de los cielos.

·         Que Jesús es el Salvador.

Para reflexionar y meditar:

·         ¿He creído y entregado mi vida a Dios confesando a Jesús como el Señor y salvador de mi vida?

·         Si Jesús es el Rey de los cielos y mora en mí ¿Estoy viendo en mi vida el reino de los cielos?

·         ¿Estoy poniendo cada día mi mirada en Jesús? ¿Estoy confiándole a Dios mi vida diariamente con las decisiones que tomo?