Pasaje: Juan
3:1-15.
Título: Jesús y Nicodemo.
¿Cómo nacer de nuevo? ¿Puede
realmente una persona nacer de nuevo? ¿Cómo es esto posible? Si quieres saberlo,
te invito a que sigas leyendo este estudio:
Había
un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los
judíos. Este vino a Jesús de noche,
y le dijo: Rabí, sabemos que has venido
de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces,
si no está Dios con él. (Juan 3:1-2).
A partir de estos versículos,
se desprenden dos preguntas: ¿por qué Nicodemo vino a Jesús de noche? y ¿a qué
se refería cuando dijo que sabía que Jesús había venido de Dios como maestro? para
responder la primera pregunta necesitamos entender quién era Nicodemo.
Nicodemo, era un líder
religioso, que formaba parte del partido de los fariseos. Este, era un grupo
político-religioso en tiempos de Jesús, los cuales llegaron a ser maestros de
la ley. Nicodemo, no era un líder religioso común. Él tenía un cargo de
eminencia, era un principal entre los judíos, es decir, formaba parte de lo que
se conoce como el Sanedrín, que era una especie de asamblea legislativa, y a la
vez, un órgano con la autoridad para juzgar y administrar justicia entre lo
judíos, además, representaban una fuerza policial para arrestar personas.
¿Por qué vino a Jesús de
noche? Porque aunque habían personas que se sentían admiradas por lo que había
hecho Jesús en el templo, entre ellos
también estaban los líderes religiosos que habían permitido la corrupción en el
templo, estos eran copartidarios de Nicodemo, y obviamente, a ellos no les
gusto para nada que Jesús denunciara su corrupción. Por lo que visitar a Jesús,
podría considerarse para ellos una traición; ésta pudo ser una de las razones
por la que Nicodemo vino a Jesús de noche, por temor y para no ser visto por
los demás fariseos.
Lo que esta parte de la
historia nos enseña acerca de Nicodemo, es que su necesidad de Dios fue más
grande que sus miedos y temores, pues, asumió un gran riesgo al visitar a Jesús
de noche.
Esto es muy interesante, porque
así como Nicodemo, hoy en día, hay muchas personas sinceras que conocen las Escrituras,
pero que no conocen al Creador ni tienen una relación con Él.
Hay muchas personas, que ven
a Jesús como un hombre extraordinario, al que se le debe dar una especie de méritos
por sus obras, alguien que se debe recordar en días festivos, rendirle honor como
se le da a cualquier héroe, mártir, o pensador, tal vez con una vida llena de
prácticas religiosas, como oraciones, lecturas, y buenas obras. Y a la misma
vez, con una vida totalmente fuera del Reino de Dios.
Esto es muy importante
entenderlo, porque así lo hizo Jesús. Además de que Jesús conocía lo que había
en el corazón del hombre, Jesús puso una especial atención en las palabras de
Nicodemo, y al igual como lo declaramos en este estudio, por las palabras de
Nicodemo, Jesús pudo discernir que Nicodemo no sabía realmente quién era Él y
que por lo tanto no podía ver el reino de Dios, que estaba frente a sus ojos.
Esto le da sentido a la respuesta de Jesús:
“Respondió
Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (Juan
1:3).
En un lenguaje más sencillo,
Jesús le estaba asegurando a Nicodemo, que no podría ver el reino de Dios, si
no nacía de nuevo. Y a la misma vez, le estaba revelando a Nicodemo su propia
condición “No has nacido de nuevo” “Necesitas nacer de nuevo para ver el reino
de Dios” “No estás viendo el reino de Dios”.
Nicodemo, entendió
claramente que Jesús lo estaba confrontando con su realidad. Estas palabras hoy
en día, son también para nosotros, pero para Nicodemo, estas palabras iban
directo a su mente y su corazón. Él sabía que no podía ver el reino de Dios, y no
sabía cómo verlo, ni mucho menos entendía qué significaba esto de nacer de
nuevo. Es por esto, que en su respuesta, hace referencia a sí mismo como viejo
al internalizar las palabras de Jesús en él.
Es mi deseo, que así como
Nicodemo, no pienses que estas palabras son para alguien más, son para ti que
estás leyendo este estudio.
Ahora continuemos y veamos
la respuesta de Nicodemo.
Nicodemo pensaba, que Jesús
se refería a un nuevo nacimiento físico, y no entendía cómo podría ser esto
posible; pero Jesús se estaba refiriendo a un nuevo nacimiento espiritual.
Veamos la respuesta de Jesús:
“Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo
que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de
nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde
viene, ni a donde va; Así es todo aquel
que es nacido del Espíritu. (Juan 1:5-8).
Después de escuchar la
respuesta de Jesús, Nicodemo entendió claramente que Jesús no se refería a un
nuevo nacimiento carnal, sino a uno espiritual, pero aún quedaba una gran
interrogante que aún estaba sin resolver
en su corazón ¿Cómo se nace de nuevo espiritualmente? Lo vemos en la respuesta
de Nicodemo:
“Respondió
Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?” (Juan 3:9).
Y otra vez, Jesús lo
confrontó amorosamente con su propia
realidad, haciéndole ver que su intelectualismo religioso no era suficiente para
comprender como funciona el reino de los cielos, así como hoy en día, no es
suficiente un conocimiento histórico o intelectual, para poder entender las
cosas espirituales. Veamos la respuesta de Jesús:
Respondió
Jesús y le dijo: ¿Eres tu maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de
cierto te digo, que lo que sabemos eso hablamos, y lo que hemos visto,
testificamos, y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales,
y no creéis, ¿Cómo creeréis si os dijere las celestiales? (Juan 3:10-12).
Jesús no solo estaba
revelando la condición espiritual de Nicodemo, sino que también estaba
revelando la condición de todo Israel en ese momento que ignoraba totalmente
quién era realmente Jesús. En pocas palabras, Jesús le estaba diciendo a
Nicodemo, si tú que eres el maestro de Israel, y no entiendes algo tan sencillo
como esto, ¿Qué será de aquellos que tienen menos conocimiento de las Escrituras
que tú?
Esa es la misma condición en
la que se encuentran muchas personas hoy en día, si esto pasa con muchos de lo
que asisten a la iglesia, que conocen de
las Escrituras, pero no conocen a Dios ¿Qué será de aquellos que no asisten? Es
importante entender, que la iglesia no te salva, pero es la que te presenta el
mensaje de salvación, en todo caso es necesario el mensaje, pero se necesita
algo más que saber el mensaje, es necesario creerlo para ser salvo.
Jesús le estaba revelando
una de las verdades más sencillas del reino de los cielos. Pero no podían creer
las palabras de Jesús; y si no podían creer cuando Jesús les hablaba de cosas
terrenales ¿Cómo podrían creer las cosas
más profundas que eran celestiales? Y para demostrarlo,
entonces Jesús comenzó a revelar una de las primeras verdades más profunda en
cuanto a su identidad al comienzo de su ministerio. Aquí es cuando Jesús se
identifica a sí mismo por primera vez como el Hijo del Hombre. Pongamos mucha
atención a las palabras de Jesús, porque descubrirás algo muy profundo acerca
de Él que posiblemente no sabías:
“Nadie
subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” (Juan 3:13).
Jesús está expresando que él
es el Hijo del Hombre, y está revelando algo que nadie en la historia conocía
hasta ese momento; que Jesús el Hijo del Hombre, es el único que ha estado en
el cielo y que ha venido del cielo, y por tanto es el único que puede revelar
las verdades profundas del cielo.
Pero hay algo más detrás de
estas palabras, realmente Jesús está revelando que Él es el Hijo del Hombre que
estaba el cielo, que descendió del cielo, y que a la vez está en el cielo.
¿Cómo puede Jesús haber descendido del cielo y a la misma vez estar en el
cielo? Nosotros comprendemos que esto es posible, porque Jesús es Dios, que descendió
del cielo, y que al mismo tiempo está en el cielo.
Pero, aun así nos queda una
interrogante ¿Qué significa que Jesús es el Hijo del hombre que descendió del
cielo y que está en el cielo? Realmente, Jesús está haciendo una referencia a
una profecía acerca de sí mismo en el libro de Daniel.
“Miraba
yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre, que vino hasta el
Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.”
(Daniel 7:13).
Daniel estaba viendo una
visión del futuro, si lees el contexto del pasaje, te darás cuenta que es una
visión celestial. Antes de este texto, Daniel ve millares de millares y
millones de millones de ángeles en el cielo de diferentes jerarquías que sirven
a Dios. Ciertamente, lo que Daniel veía era tan sublime, tan extraordinario,
tan indescriptible, que hubo un momento que se turbaron su cuerpo y su
espíritu, pero lo que más le llamo la atención a Daniel de todo esto fue el
Anciano de días, y el hijo de hombre.
¿Quién es el Anciano de Días? Es Dios. Y ¿Quién es
el hijo de hombre? ¿Por qué le llama tanto la atención a Daniel? ¿Qué hace un
ser con apariencia terrenal en el cielo? Jesús
es este Hijo del Hombre, que vio Daniel en el cielo y que ahora había
descendido del cielo.
Jesús no solo revela su
identidad, sino, que también revela la forma en que iba a morir en el futuro y
lo demuestra haciendo referencia a otra profecía acerca de sí mismo a través de
una analogía donde explica que así como la serpiente fue levantada en un madero,
para que los que la vieran fueran salvos, así mismo, Jesús tendría que morir
colgado en un madero, para que los que pongan su confianza en Jesús puedan ser
salvos.
“Y
como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo
del Hombre sea levantando, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.” (Juan 3:14-15).
Hemos llegado al final del
pasaje a estudiar, y aún no hemos revelado el misterio ¿Cómo es que se nace de nuevo? La razón por la que lo hemos dejado
para el final es porque precisamente Jesús se encarga de dar la respuesta al
final de este pasaje. Vamos por parte:
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere del agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de
nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; Así es todo aquel
que es nacido del Espíritu. (Juan 1:5-8).
¿Qué significa nacer del
agua y del Espíritu? El agua es símbolo de purificación. Esto significa, que no
se puede entrar al reino de los cielos a menos que la persona haya sido
purificada, pero ¿Cómo es purificada? Por el Espíritu Santo que entra y mora en
él, en el momento que la persona se convierte a Dios, al creer en su corazón en
Jesús y confesarlo como Señor y Salvador
de su vida.
Sabemos, cómo se nace de
nuevo espiritualmente, y sabemos que al esto ocurrir, nace una nueva naturaleza
espiritual, cuando recibe el Espíritu de Dios en su vida. No sabemos con
certeza y detalle todos los procesos espirituales que ocurren en el interior
del hombre, ni cómo es que Dios lo hace, pero, lo que sí sabemos es que el
nuevo nacimiento es real, así como el viento; no podemos saber con certeza
dónde y cómo nace, porque no lo vemos, pero sabemos que es real porque lo
podemos escuchar y sentir, así mismo, es el nacimiento espiritual, un misterio
que la mente humana no es capaz de entender cómo Dios lo hace, pero, lo que sí
podemos estar seguros es que es real, por los resultados que produce el nuevo
nacimiento en una persona, que es una vida transformada.
Esto
nos enseña acerca de Jesús:
·
Que Jesús es el Hijo del Hombre.
·
Que Jesús es el Rey de los cielos.
·
Que Jesús es el Salvador.
Para
reflexionar y meditar:
·
¿He creído y entregado mi vida a Dios
confesando a Jesús como el Señor y salvador de mi vida?
·
Si Jesús es el Rey de los cielos y mora en mí
¿Estoy viendo en mi vida el reino de los cielos?
·
¿Estoy poniendo cada día mi mirada en Jesús?
¿Estoy confiándole a Dios mi vida diariamente con las decisiones que tomo?